Nosotros tenemos la alegría de nuestras alegrías y también tenemos la alegría de nuestros dolores. Porque no nos interesa la vida indolora que la civilización del consumo vende en los supermercados. Y estamos orgullosos del precio de tanto dolor que por tanto amor pagamos. Nosotros tenemos la alegría de nuestros errores, tropezones que muestran la pasión de andar y el amor al camino. Tenemos la alegría de nuestras derrotas, porque la lucha por la justicia y la belleza vale la pena también cuando se pierde. Y sobre todo, tenemos la alegría de nuestras esperanzas en plena moda del desencanto, cuando el desencanto se ha convertido en articulo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano. Eduardo Galeano.

viernes, 4 de marzo de 2011

El Atlántico y sus pequeños señores de frack

En Punta Tombo, la vida no es fácil. No se cobra aguinaldo, ni hay vacaciones, el trabajo es un deber y un orgullo que no tiene precio.
Se levantan temprano los pequeños trabajadores. Caminan rengueando y pese a eso no hacen caso a los comentarios ajenos. Saben que son vistos como gorditos simpáticos, pero eso no les causa ninguna gracia. Y a pesar de que en sus diccionarios no figura la palabra rodilla, con esfuerzo y sin flexiones logran alcanzar grandes velocidades.
Mirar el horizonte, caminar y nadar decenas de kilómetros por búsqueda de comida, y alimentar a los pichones es un trabajo tan duro como reconfortante y ésta es sin dudas una tarea que merece ir vestido de etiqueta.


 


3 comentarios:

  1. Me encantó Ani! hermosísimas todas las fotos y re lindo lo que escribis. Muuuy buen viaje!!!

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  2. qué lindo Aniiiii! hermosas imágenes y texto!

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  3. LA CONI DIJO:QUE LINDOS LOS PEGUINOS !!!!!AHAHAHAAHAAHA

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