Auto-crítica

A menudo siento enojo, es junio y nuestros pies siguen pisando tierra porteña…Pero al fin y al cabo, podemos llamarle demora? O esta espera es simple consecuencia de nuestras propias decisiones?… Las cosas están sucediendo a nuestro tiempo… a nuestro compas… Algo lento para mi gusto y mis pies hormigueantes.
A  veces las malas decisiones encadenadas con sucesos inesperados dan como resultado un salto en el tiempo que ni nosotros sabemos como sucedió. Pero es así, la vida es una cadena de decisiones, desde que par de medias ponernos hasta con quien compartir nuestra cama. Elegimos incansablemente, y errar en estos procesos es lo que supongo nos hace crecer y aprender.
Si, es junio, y también es cierto que me imaginaba colgada de una palmera caribeña para esta altura del año, o al menos perdidos en alguna ruta del altiplano…
A veces tengo la rara sensación de tener que dar explicaciones, pero a quien? Supongo que a mi misma. A veces me imagino viajando en el tiempo, diciéndole a mi yo de 25 años que ya tengo 31 y todavía sigo acá.. se enojaría y mucho! A veces me siento vieja. No se si atribuirlo a la crisis de los 30 o porque verdaderamente ya me empiezo a sentir grande para ciertas cosas. Pero si mi yo de 60 años viniera a hablarme ahora, me diría: - que pelotuda! Deja de pensar pavadas y segui adelante…Eso me reconforta….
No puedo predecir el futuro (si pudiera sería un buen currito para ganarme la vida), pero se con convicción que día a día seguimos nuestra carrera interna por concretar nuestro proyecto.
No colgamos los guantes, y a nuestros lectores, si es que a esta altura queda alguno! Les queremos contar que seguimos trabajando… Próximamente subiremos las novedades de la tercera y ULTIMA parte de la reconstrucción de Gorda.

Mientras tanto

Mientras tanto la vida pasa. Nos levantamos. El sol sale por el este, y se va por el oeste. La aguja larga del reloj gira 24 redondas veces al día. Comemos, dormimos, nos reímos, peleamos, lloramos, puteamos, pensamos... Mientras tanto es hoy. Mañana es la promesa de los sueños imaginarios, es lindo pensar en mañana, pero mañana todavía no es, no existe. Es por eso que HOY tiene mas valor que ningún otro momento...Mientras esperamos que llegue eso que queremos que pase, mientras idealizamos que lo imaginario va a ser mejor a lo que está pasando ahora, la aguja sigue girando en sus efímeras vueltas infinitas.

Pasaron muchos meses, algunos perdidos se escurrieron sin darnos ni cuenta, muchos los padecimos, pasaron y se fueron…ya no están. Tardíamente y capaz por el hecho de ver algunos problemas resueltos, estamos empezando finalmente a disfrutar de todo esto… Disfrutar el ahora, este momento presente que quiere ser vivido con protagonismo.
Tomamos conciencia de este ahora y la revolución interior que viene haciendo efecto en nosotros hace años dijo: - hola! Acá estoy! No solo yéndose de viaje uno descubre que la vida vale la pena!!...Es cierto le dijimos, basta de postergar las ganas para un después incierto. Queremos hacer cosas AHORA, aprender AHORA, cambiar YA.

Germina una semilla de cambio…

Por eso, y habrá quien dirá esto que corno tiene que ver con este blog de viajes…Capaz nada tiene que ver, pero hace unos meses mientras Gorda termina de convertirse en nuestro futuro hogar decidimos comenzar a aprender a cosechar de nuestra propia tierra. Era una inquietud que teníamos hace tiempo. Ya habíamos experimentado de forma intuitiva en el pequeño jardín de casa y no nos había ido para nada mal, pero la idea era aprender de verdad. Nos anotamos en un curso de huerta orgánica de INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) Dicho sea de paso es gratuito y muy bueno, los interesados pueden encontrar mas data aquí: prohuertaintacastelar.blogspot.com.ar
Para nosotros aprender a trabajar la tierra traspasa el amor a las plantas, es una manera de autoabastecerse, de cuidar nuestro suelo, de dejar de depender de las 4 o 5 megamultinacionales que pretenden decidir que cae en nuestro estomago a diario con el único fin de llenar sus gordos bolsillos, sin importar si lo que comemos es plástico o genes manipulados. Es aprender que la naturaleza nos brinda lo necesario para poder vivir bien, sin necesidad de tanto packaging, branding y marchandising… Es saber que todo parte de una semilla, nosotros (metafóricamente) y cualquier expresión de vida sobre la tierra. Es aprender a valorar esas semillas, cuidarlas reproducirlas y a compartirlas con otros.
El curso nos abrió nuevas puertas, que es en definitiva lo que estábamos necesitando. Seguramente lo aprendido estos meses podamos ponerlo en práctica recién cuando volvamos a vivir en un lugar fijo. Ya más de uno nos pregunto si vamos a ir cultivando en la camioneta, esa opción es algo complicada, teniendo en cuenta que a duras penas tenemos espacio para vivir nosotros dos. No me parecería justo traer al mundo plantitas indefensas para que vivan hacinadas!
Si de algo sirve lo que aprendimos y en el camino podemos expandirlo y enseñarlo a otros, eso si será bienvenido.
Esto no nos hace gurúes de lo orgánico, no queremos predicar que es lo que está bien o mal. Algo que siempre pensé es que no es bueno ser fundamentalista con nada, pero si esta bueno descubrir nuevos horizontes.
Se hará realidad algún día nuestra imagen mental de un terrenito con huerta y gallinas propias? No lo sé, como no se tantas otras cosas, por ahora esa imagen forma parte de mi álbum imaginario…Ahora es hora de compartir las fotos de HOY…las que si ya existen.

La basura que quería renacer… 

De vuelta en BA, pusimos en marcha nuestra microrevolucion por aportar aunque sea una pizca de cambio en recuperar el bello mundo en el que vivimos. 

Empezamos a tomar conciencia de la cantidad de basura que generábamos. Cada vez que tiraba al tacho un plástico arriba de un desecho orgánico, un cosquilleo me recorría la mano…

Sentía que estaba haciendo algo malo, y que alguien por detrás iba a aparecer señalándome con el dedo índice acusador, indicándome que “eso no se hace señorita”!

Debe ser la voz de la conciencia…Decidimos darle bola… Empezamos a separar los plásticos, papeles, cartones y vidrios. La sorpresa es que un par de semanas después, detrás de la puerta, apareció una montaña de bolsas llenas de esas cosas que antes ni veíamos. La montaña inclusive ya comenzaba a dificultar el paso…Es increíble todo lo que se iba al mismo tacho sin darnos cuenta. A partir de ese día, la voz acusadora me dejo tranquila y yo empecé a sentir que algo bueno estaba pasando… Los que quieran sumarse a este pequeño cambio y no saben como hacer, por dónde empezar o no se animan porque temen convertirse en Diógenes el Linyera, en esta página que dejamos a continuación hay un mapa de lugares en todo el país para poder llevar los residuos diferenciados. www.dondereciclo.org

Y lo más básico de lo básico es usar un par de bolsas distintas, girar unos grados el brazo a la bolsa indicada descomprimir los dedos y soltar el desecho que esta en nuestra mano. Fácil! 

El aceite que quería ser jabón… 

No soy muy simpatizante de la tele, me parece un bicho-feo, succionador de energías, pero admito que muchas veces es realmente útil y algunas otras entretenida. Hace un tiempo atrás, dedicándole un rato a la caja idiota vimos una nota muy buena de unas chicas que tomaron el aceite usado de cocina como la materia prima de su emprendimiento.

Que hacen con ese liquido viscoso y sucio lleno de miguitas de milanesa frita? Jabón! El mas blanco y puro jabón que hayan visto jamás…Lo digo con convicción porque lo hicimos y comprobamos el resultado!

Para el que tenga un rato para hacer el experimento, esta bueno y es muy fácil. Acá está la página de estas muchachas www.reciclandoaceite.com y si siguen investigando van a encontrar miles de videos y foros referidos al tema. 

(A no desanimarse si sale mal al principio, nosotros tuvimos nuestros intentos fallidos, pero después de un par de pruebas salió! Solo hay que engancharle la mano :)

De esta manera estas colaborando al cuidado de los océanos. Un litro de aceite vertido por las cañerías llega al mar y contamina 1000 litros de agua.

Cuidemos el agua, sin agua no hay vida.

Con este último párrafo damos por finalizado este eco-post que surgió en el blog, que aunque no es referido al viaje, es parte de lo que hoy nos llena, lo que nos dan ganas de contar y compartir.

Ojala desde este recóndito rincón del ciberespacio, podamos contagiar al menos un soplido de estos vientos de cambio que nos despabilan los ojos para ver un mundo mejor.